Estamos arrancado este 2023, y a pesar de que hemos dado la vuelta al calendario, siguen vigentes algunos de los grandes retos del 2022 en las empresas:

• Inflación, aumento en los costos de las materias primas que presiona a los fabricantes para mantener sus precios sin demeritar la calidad de sus productos.
• Interrupciones en la cadena de Suministro, incertidumbre en los tiempos de entrega y encarecimiento en los costos de transporte, afectando programas de producción y la satisfacción de los clientes.
• Recurso Humano, tasas de desempleo en mínimos históricos y una férrea lucha por seleccionar y retener al mejor talento disponible, lo que ha generado una mayor competencia por reclutar y mantener al personal, elevando los costos salariales en muchas empresas. 
• Altas expectativas de los clientes, el auge del comercio electrónico y la creciente disponibilidad de productos e información en línea hace que los clientes están ávidos de soluciones personalizadas e inmediatez en las entregas.

¿Cómo mantener un crecimiento ante un entorno turbulento?

El nombre del juego es la eficiencia, “Capacidad de lograr los resultados deseados con el mínimo posible de recursos”. Las empresas deberán seguir desafiándose a sí mismas para reducir los costos de desarrollo, ingeniería, fabricación y operaciones desde la etapa de la idea hasta el mercado de la manera más rápida, económica y pragmática posible, algunas recomendaciones:

• Garantizar la visibilidad del gasto, identificar dónde están los desperdicios (Los 7 tipo de mudas) lo que permitirá reducir costos y mantener la competitividad.
• Invertir en tecnología e innovación, implementar herramientas tecnológicas que automaticen tareas repetitivas, como: el alta de pedidos, programación de embarque y la facturación, así optimizar los procesos y permitir que los empleados se concentren en actividades más estratégicas.
• Desarrollar y habilitar a nuestros empleados, ante un encarecimiento en disponibilidad y costos, debemos dotar a nuestro personal de herramientas que lo mantengan flexibles y que nos ayuden a adaptarnos de manera rápida a los escenarios en los cuales vivimos, aumentando la retención de nuestro recurso humano.

Ya sea que se trate de una empresa pequeña con procesos en etapa emergente (productivos y/o administrativos), mediana sin los recursos necesarios para formar a su personal en habilidades y competencias actuales o grande con retos de transformación digital, el Centro de Competitividad de Monterrey es tu aliado estratégico para asegurar el crecimiento de tu empresa.