La digitalización es una realidad que ha estado presente desde el siglo pasado habiéndose acelerado en la última década.

Es probable que el mayor obstáculo para la transformación digital que enfrentan las empresas es que no la consideran como algo urgente. Es común que las organizaciones se acostumbren a una dinámica influenciada por el pasado, lo cual inhibe la necesidad de cambiar. Nos sentimos más cómodos enfrentando amenazas que edificando un futuro alternativo.

En algunas industrias vemos natural la necesidad para la transformación digital pero en otras no es tan obvia lo cual no debe ser motivo para soslayarla.

Hace un par de semanas nos enteramos que la Guía Roji desapareció después de haber permanecido por 90 años proporcionando un servicio que continúa siendo relevante, facilitar el tránsito de un punto “origen” a otro “destino” de la forma más sencilla. ¿Qué inhibió a esta empresa utilizar las nuevas tecnologías para digitalizar sus fortalezas? Creo que fue la inercia del pasado y probablemente la falta de conciencia en la alta administración de los riesgos y oportunidades que la digitalización brinda.

Aquí el punto es que para combatir la inercia el primer paso es reconocer el reto que tenemos frente a nosotros. Cada industria es diferente y con seguridad conocemos a fondo los terrenos donde competimos, sin embargo las tecnologías digitales habilitan nuevas posibilidades y es tarea indelegable del máximo líder y primer nivel de toda organización el reconocer, valorar y decidir una ruta de transformación a la medida de sus circunstancias.

El tema no es si la digitalización afectará o no a mi industria, sino la magnitud del impacto y la cercanía del mismo. ¿Cuál es la némesis de tu organización? Sería ingenuo pensar que no existe.

La alta administración de toda organización debe tener una visión compartida que responda a tres preguntas básicas: ¿porqué digitalizar? ¿qué digitalizar? ¿cómo digitalizar?

El cambio es inevitable, la digitalización es imperativa.

M.S. Enrique Espino Barros Lozano

Director General

CENTRO DE COMPETITIVIDAD DE MONTERREY