En la edición 2016 del Anuario de Competitividad Mundial del IMD (International Institute for Management Development) encontramos a México en la posición 45 de un total de 61 economías evaluadas.
Esta organización evalúa la capacidad de las economías para generar valor a largo plazo para su gente, evidenciada en más altos niveles de prosperidad y calidad de vida. El Top Ten lo conforman:
Para México los retos prioritarios según el IMD son:
Nuestros principales indicadores clave de atractividad reportados por IMD son la competitividad en costos, la fuerza de trabajo hábil y el ambiente amigable para los negocios. Por el lado de nuestras debilidades competitivas encontramos la Educación (# 60), el Comercio Internacional (# 57) y la Infraestructura Tecnológica (# 55).
Si bien es cierto que estamos avanzando casi en todos los frentes de evaluación (desempeño económico, eficiencia gubernamental, eficiencia de los negocios e infraestructura), mi interpretación de la evaluación de competitividad del IMD es que los demás países avanzan más rápidamente que nosotros. Necesitamos crecer aceleradamente la productividad en su más amplio sentido y la empresarial como “cadenas de valor integradas”.
En la 4ª edición del Encuentro de Innovación Tecnológica del 30 y 31 de mayo, el tema central será Industria 4.0 por considerar que el grupo de tecnologías que la integran tendrá un efecto perturbador sobre las cadenas de valor actuales. Industria 4.0 tiene que ver con la digitalización del sector manufacturero, mediante sensores en todos los componentes del producto y equipo de manufactura, sistemas cyber-físicos omnipresentes, y el análisis de todos los datos relevantes.
EIT 2017 ha sido diseñado pensando en el ecosistema de manufactura completo, de extremo-a-extremo, para que las “cadenas de valor integradas” sean impulsadas al siguiente nivel de efectividad operacional, ajustando sus modelos de negocio para capturar flujos de valor emergentes y armar un mapa de ruta para su transformación digital. Todo lo anterior bajo un enfoque sistémico y circular (que los recursos se conviertan en productos, los productos en residuos y los residuos en recursos).
Los beneficios que aportará este proceso de digitalización se materializan en incrementos en productividad, reducciones de tiempos muertos, reducción de costos de mantenimiento, reducción del tiempo para llegar al mercado, reducción de inventarios, reducción de costos de no calidad, pronósticos muy efectivos.
Para mayor información sobre el contenido del EIT 2017 y registro de participantes consulten el sitio web del evento.
Sobre el autor
El Ing. Enrique Espino Barros Lozano es actualmente Director General del Centro de Competitividad de Monterrey, organismo privado filial de CAINTRA y cuya misión consiste en impulsar acciones a favor de la competitividad al interior de las organizaciones para transformarlas en “competidores globales”. Su trayectoria ha sido primordialmente de alta dirección en empresas grandes, donde ha asumido retos de transformación cultural para la productividad total.
Es Ingeniero Químico Administrador por el Tec de Monterrey y la Universidad de Wisconsin. Cuenta con Maestría en Ciencias con especialidad en Finanzas y diversos programas de actualización del IPADE.
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